La técnica de la caja de arena es una herramienta de intervención y evaluación en psicología que permite a niños, adolescentes o adultos, hacer consciente y expresar sentimientos, preocupaciones o eventos que de alguna forma u otra están teniendo una implicación negativa en el paciente. Mediante el juego y con la ayuda del terapeuta (si la demanda el paciente), el paciente elabora una historia y que representa mediante pequeñas miniaturas en una caja con arena. Las miniaturas elegidas por el paciente adquieren un valor simbólico y representativo de la realidad que actualmente vive o vivió el paciente.
Su mayor ventaja respecto a otras herramientas psicológicas reside en la dinámica en forma de juego que el terapeuta impulsa. Esta ventaja es especialmente importante en niños y adolescentes, por que supera posibles barreras que se pueda tener con estas poblaciones como, dificultad para verbalizar o identificar emociones o lo que le pasa, negativa o desmotivación para participar en terapia…
Lo sorprendente de la técnica de la caja de arena es como un “juego” nos permite conocer algo del paciente que no ha verbalizado o no ha sabido hacerlo. Esta técnica, como da a entender el libro, parece un puente que intenta unir lo interior con lo exterior de la persona, permitiendo identificar, definir y dar un significado a ambos para finalmente poder “sanarlo” con la ayuda del terapeuta.
La forma en que funciona esta técnica, me hace reflexionar y a la vez que reafirmar esa idea del impacto que tienen muchos eventos en nuestra psique que a su vez definen y influyen nuestro camino en la vida, y muchas veces sin que nos demos cuenta. Te hace cuestionar si de verdad lo que somos es fruto de decisiones voluntarias de nuestro ser o está influida por nuestro más profundo inconsciente producto y modulado por factores y eventos (traumáticos o no)